martes, agosto 08, 2006

EL DÍA NORMAL

No, no es otro terrible poema deprimente dedicado a gente del pasado. Es simplemente para hablar sobre los días actuales. La vida en la ciudad ha cambiado considerablemente. Y todos nos hemos ido dando cuenta poco a poco. Tanto como la seguridad, como la belleza y limpieza de las calles mas transitadas, como tambien la represion contra las acciones de los jóvenes de hoy, los cuales ya no respetamos ni a la gente respetable, no nos importan los valores morales, ya no miramos a los lados, con nuestras bromas pesadas y nuestra no-productiva existencia [y si, lo admito, he tenido mis lapsus adolescentes y me he comportado asi de estúpidamente].

Se empieza normalmente lanzando maldiciones al sol, al motor del carro del vecino que no quiere encender ninguna bendita mañana, inclusive al terrible pajarraco que no quiere ni callarse ni mudarse a otra ventana (el cual si lo vieras bajo otra luz, es realmente bonito); y terminas prometiendo que un día de estos vas a tomar la idea de las comiquitas y le vas a lanzar alguna bota vieja al próximo que vuelva a hacer ruido.
No tienes tiempo ya para ir a comer, por pasarte la hora del despertador, el cual, tomando en cuenta los hechos anteriores, no sonó lo suficientemente fuerte como para despertarte moderadamente. Ahora llegas a la parada del bus, en donde te tardas muchísimo porque, ya que es tarde, todos pasan bien llenos. El primer bus que para está lleno de niños con sus GRANDES mochilas sonoras y llenas de muchos útiles escolares. Con reggaeton a todo volumen, el cual ya acabas por soportar porque no puedes evitar que "se te meta por los intestinos" y llevas con los pies el tún que tún que tún de su ritmo pegajoso, el bus para en cada parada para recojer cinco pelagatos que van igual de obstinados que tu mismo. Hasta que no puede meter mas personas, pero el conductor del transporte público decide que pobrecita la embarazada y para por ella. Entonces, en ese preciso momento, donde ya todos los de adentro estamos como sardinas en lata, empiezan a gritar los "malandros" de atrás: abra el piso de arriba panita!!

Al fin te logras librar de todo aquel suplicio de llegar al colegio. Sin querer extenderme mucho en describir todo el sufrimiento de soportar a los profesores, y peor aún, a la gente del salón.

Sales a la calle y te das cuenta que todo alrededor de ti se está fritando en el propio sudor y por consiguiente, huele mal.. muy mal. Por lo que debes agregar al viaje de bajada en el transporte público, un calor inhumano.

Luego ya en la tarde empieza bien, con el calor, que ya se hizo soportable (mas por acostumbrarse a el que por que halla bajado la intensidad del calor). Te vistes para ir a la calle, a relajarte un rato, salir con los amigos, puede ser que hasta vayas a hacer una tarea, un proyecto.. Algo académico. Pero vamos a dejarlo en que vas a salir con los amigos. Ropa suelta, bien fresca, listo para salir.

Ya a eso de las 6 de la tarde empiezan a salir unas nubes misteriosas en el cielo de la ciudad y... CHAPLAFF!!! Tremendo palo de agua, con truenos, rayos y centellas incluidos. Llegas a casa hecho un trapito mojado.. o mejor, un pollito mojado. Sí, y luego cachas el respectivo resfriado. Así de mal, todo mocoso, sin fuerzas suficientes ni como para levantar un dedo para decir "presente" cuando pasen la lista en tu salón. Entonces, ya cuando estás revisando tu bolso, te das cuenta que no solo te bastó con estar con gripe.. NO: resulta que tambien has olvidado el hermoso cuaderno con la tarea adentro. MMJJHH.. OH SI. Malditos sean la memoria y los virus.

Y bueno, como diría el amigo Bugs B. Eso es todo amigos. Un menudo día normal en mi vida. Y eso que me salté la parte de lidiar con los pacos (policías), de olvidar traer el dinero para comer y pasar el día soportando al propio estómago rugir de hambre, y de cuando se te acaban las pilas de la música en plena buseta con vallenatos a todo volumen. Bueno, pronto entregaré el día normal II. En donde hablo de la version bonita de un día normal.. (estando bajo los efectos del enamoramiento [ya sea repentino o prolongado] hasta la ropa mojada y fría puede parecer seca y caliente..

Hasta la próxima..!

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