lunes, septiembre 12, 2016

Actualización de vida.

No pienso arrepentirme por nada de lo que haya hecho o dejado de hacer.

Todo lo que he vivido lo he decidido premeditadamente, incluso cuando pierdo el control.
Esta constante de "sin remordimientos" me lleva a aceptar mis demonios, a verles a los ojos, porque por muy crueles que sean, son parte de mi. No los puedo exorcizar, ni dominar.

La nueva consciencia de la experiencia alcanzada me deja escribir esto en un arranque de inesperada sinceridad y transparencia. Sin importar si alguien realmente me lee o se interesa por hacerlo.

El no lector puede creer lo que quiera, puede asumir que esto es producto de arrogancia, o egocentrismo. No es mi trabajo desmentirlo.

De lo poco que me queda por aceptar es que esta manera de vivir me llevará a algún sitio lejos, muy lejos, de aquí.

Me siento encerrada. Y dentro de mi, los demonios también se encuentran como leones enjaulados sedientos de crecer, de vibrar, de crear.

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