Confesionario II

Ahora entiendo... Porqué llegaste en ese justo momento. Ahora entiendo porqué no pudimos disfrutar por completo. Ahora entiendo porqué tienes que vivir separado de mí. Entiendo que seas obsesivo, entiendo que me ames descontroladamente, entiendo mis sueños rotos, y los tuyos aún volando alto alto. Veo las esperanzas que se me desmononaron, no tengo nada en qué creer ya... Pero no me siento vacía, no me siento perdida, sé que hay algo allá afuera que debo encontrar, que debo conquistar, que debo vivir. No me preocupa haber despertado de nuestro sueño.

Ahora entiendo, que el complejo de Elektra en mí era más que lo que pensaba.

Entiendo que nuestro amor no era más que uno narcisista, enamorados de nuestras copias, enamorados porque nos parecemos mucho. Era amor de cuento de hadas. (y estos no existen).

Que lástima que no vayas a leer esto, y aunque lo hicieras, no lo entenderías, y armarías otro de tus berrinches porque no entiendes algo.

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En estos días, en medio de muchísima música ensordecedora, mucho alcohol, muchos cigarrillos,  sudor ageno, humo, uno de mis mejores amigos me dijo: 

Sé que nunca te vas a enamorar de mí, porque yo no te heriría, y a tí te gustan los que te lastiman.

Y me sentí tan increiblemente mal... Porque sé que es verdad.